Tomando un café
- Contxi Linares

- 23 jul
- 2 Min. de lectura

Y no sé cómo surgió la conversación entorno a un café sobre un trabajo de Feng Shui que entregué.
Debo explicar previamente que mis trabajos de Feng Shui son extensos y los hago escritos a mano. Los entrego lo mejor posible aplicando todo lo que he aprendido a lo largo de los años con los cursos realizados, estudios, investigaciones e interrelacionando la energía de la tierra y del cielo, ya que el Feng Shui no es una decoración, ES UNA SINTONÍA.
A veces parece que desvarío, pero en realidad no lo hago. Es mi trabajo y es difícil de entender.
Esta persona me indicaba que no le interesaba lo que le doy por escrito, el extenso informe que hago en cada uno de mis trabajos; sólo le interesaba sentirse bien cuando llegaba a casa, que le gustase y la sintiera como un hogar.
Para sentirte bien cuando llegas a casa la que tienes que estar bien eres tú. Si no estás bien, quizás tengas que buscar y bucear en tu interior, porque el Feng Shui no es para la casa, EL FENG SHUI ES PARA LAS PERSONAS. Se aplica en el espacio para el beneficio de las personas.
Creo que mi trabajo debe ser explicado. La gente debe saber qué hacer y por qué.
Me decía que ella entendía perfectamente lo que era la energía, que sabía que “debía fluir”. Sin embargo, el Feng Shui es mucho más que eso; trata de la energía del cielo, de la energía de la tierra, y de la energía de las personas, TODO EN CONJUNTO, y no solo son “las cosas” que ponemos en nuestras casas.
A veces cuando oigo esto me desanimo, pero no lo suficiente como para dejar de hacer mi trabajo como lo hago, explicado de manera concienzuda y detallada.































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